¿Por qué se realiza?
La cirugía de la epilepsia se realiza para eliminar las convulsiones de los pacientes que sufren esta patología y mejorar la calidad de vida del paciente. Puede parecer un tratamiento agresivo, pero si los tratamientos convencionales no funcionan, esta siempre es la mejor opción.
Además, la mayoría de los pacientes acuden a este tipo de cirugía como solución a la enfermedad después de un largo tratamiento que no ha funcionado. Pues bien, se ha demostrado que la intervención precoz puede ser eficaz y segura, es decir, un tratamiento alternativo a los fármacos y sin tener que estar años medicándose.
¿En qué consiste?
La cirugía es compleja pero segura. Consiste en extraer la porción del cerebro donde se originan las crisis epilépticas. Una vez que se ha localizado el foco epiléptico, se diseña la intervención quirúrgica en función de ese foco. La intervención se realiza a través de un ordenador para localizar el foco epiléptico. Durante la operación se harán registros a través de vídeo EEG, y también después de realizar la cirugía.
Preparación para la Cirugía de la Epilepsia
Lo primero hay que realizar un estudio pre-quirúrgico, implantando electrodos intracraneales cerca del foco epiléptico. Después de la implantación, se realiza un registro Video-EEG para visualizar de forma clara el inicio de la descarga epiléptica y la zona del cerebro donde se produce la epilepsia. Para ver si los electrodos se han colocado de manera correcta se realiza una ateriografía cerebral.
Cuidados tras la intervención
Después de la operación, el paciente suele pasar unas 24 horas en reanimación. Después suele pasar a la planta de Neurocirugía, donde se realizará un control exhaustivo del paciente mediante una resonancia magnética postoperatoria. Una semana después de la intervención se pueden retirar las suturas y si todo ha ido bien se da el alta hospitalaria.
Más adelante los pacientes deberán acudir a la Unidad de Cirugía de la Epilepsia al menos 1 vez anualmente para realizar los controles clínicos pertinentes, exámenes psicológicos y de mediación. Si todo va bien, el especialista en Neurocirugía irá reduciendo la medicación hasta quedarse con la dosis mínima posible o ninguna.
Alternativas a este tratamiento
Si los medicamentos indicados para esta patología no funcionan y la cirugía de la epilepsia no se baraja como una opción, existen tratamientos alternativos que pueden ayudar a la mejora de esta enfermedad.
- Estimulación del nervio vago: Se utiliza para el tratamiento de crisis focales que no se pueden controlar mediante la medicación.
- Dieta cetogénica: consiste en realiza una dieta basada en alimentos que puedan controlar las crisis. Se utiliza especialmente en niños y consiste en incluir alimento ricos en grasas.