El peso de las etiquetas diagnósticas: el efecto Pigmalión
Autore:La Psicología social, una rama fascinante de la Psicología, se adentra en el estudio científico de cómo la presencia, real o percibida, de otras personas influye directamente en nuestros pensamientos, emociones y comportamientos. Reconoce la conexión inextricable entre la mente individual y el entorno social que la rodea.
Vivimos inmersos en una realidad social, y, por ende, entender la mente sin considerar estas interacciones es limitado.
Etiquetas y Psicología social
La pregunta clave, "¿Cómo me voy a sentir y cómo voy a pensar y actuar, si me ponen una etiqueta de 'enferma'?", cae directamente en el terreno de la Psicología social. En esta disciplina, abundan los estudios que revelan cómo las etiquetas, las definiciones externas, impactan significativamente nuestro estado mental.
La manera en que nos etiquetan influye en la forma en que nos percibimos y experimentamos nuestras emociones.
El efecto Pigmalión
En 1968, el profesor de Harvard Robert Rosenthal y la directora de escuela Leonora Jacobson llevaron a cabo un estudio revelador conocido como el Efecto Pigmalión. Se centraron en demostrar cómo las expectativas de los profesores podían moldear el rendimiento de sus alumnos.
Seleccionaron al azar sesenta y cinco estudiantes y les dijeron a los profesores que eran los más brillantes según un test de inteligencia. Al final del curso, estos alumnos etiquetados como destacados obtuvieron calificaciones superiores, todo debido a las expectativas favorables de los profesores.
Etiquetas negativas y sus estragos
Desafortunadamente, el poder de las etiquetas también puede tener consecuencias negativas. Muchas personas son etiquetadas como "poco capaces", y este estigma puede excluirles de oportunidades educativas más avanzadas. Este fenómeno demuestra cómo las expectativas negativas pueden limitar el potencial real de las personas, especialmente en el ámbito académico.
Los profesionales de la salud mental, así como los educadores, deben ser conscientes del impacto significativo que las etiquetas diagnósticas pueden tener en las personas. Diagnosticar una condición no solo proporciona información y pautas de manejo, sino que también genera expectativas que pueden convertirse en profecías autocumplidas. En el caso de trastornos como la ansiedad, es vital matizar el enfoque para evitar estigmatizar a quienes los experimentan.
Ansiedad y etiquetas diagnósticas
El ejemplo de la ansiedad destaca cómo una etiqueta puede influir en la percepción de uno mismo. Ser etiquetado como "enfermo" de ansiedad puede llevar a vivir esa condición como una enfermedad sin remedio. Puede impulsar a buscar soluciones externas, como la medicación, en lugar de explorar estrategias internas para gestionar la ansiedad.
En resumen, la Psicología social nos muestra que vivimos en un mundo donde las etiquetas y las expectativas juegan un papel crucial en nuestra experiencia. Con conciencia y comprensión, los profesionales pueden utilizar este conocimiento para fomentar expectativas positivas y empoderadoras, evitando los efectos perjudiciales de las etiquetas negativas.
