El divorcio y la coparentalidad positiva: cómo reestructurar tu familia con éxito
Escrito por:Desde la implementación de la ley del divorcio en España en 1981, hemos sido testigos de un aumento constante en el número de divorcios en nuestro país.
En el pasado, la familia se caracterizaba por el compromiso de por vida entre la pareja, la importancia de la descendencia y el sacrificio y entrega de los padres.
Sin embargo, aunque estos valores aún persisten, hemos reconocido que mantener una situación familiar inadecuada puede causar más daño. El divorcio no es un fracaso, pero rara vez nos han enseñado cómo enfrentarlo de manera adecuada.
La dinámica de la familia actual
La familia actual vive en el presente, adaptándose a situaciones que requieren una reestructuración constante. Cuando notamos que la relación conyugal no está funcionando, podemos intentar solucionarla, pero se necesita valentía para poner fin a esa unión. El divorcio no destruye una familia ni tampoco la relación conyugal; más bien, remodela el sistema familiar.
La psicología ha luchado continuamente por explicar a los padres que deberán mantener al menos una relación cordial con la otra parte, especialmente cuando hay hijos involucrados.
Incluso si no hay hijos, es beneficioso comprender la nueva situación desde la aceptación en lugar de la ira o el resentimiento.
El impacto de una mala relación entre los padres
Cuando la relación entre los padres es insatisfactoria, a menudo dejan de pensar en el bienestar de sus hijos. Pueden preocuparse más por aparentar que todo está bien o mantener una imagen superficial, pero este enfoque es un gran error.
Los que sufren las consecuencias suelen ser los hijos. Lo que estos niños realmente desean son padres que los apoyen, que asistan a sus eventos escolares, que los escuchen y jueguen con ellos. Todo lo demás les afecta negativamente en el presente y, posiblemente, en el futuro.
Cómo lograr un divorcio positivo
La clave para un divorcio exitoso es cambiar la actitud y el comportamiento de los padres. Esto implica modificar la forma en que se comunican con sus hijos, su estilo de autoridad y la disponibilidad que muestran hacia ellos.
Además, es importante mejorar el grado de acuerdo entre los padres en cuanto al estilo de crianza. Si bien es difícil que los padres tengan exactamente el mismo estilo de crianza, sí es posible llegar a un consenso para educar de manera más similar.
Asimismo, se debe reducir el grado de conflictividad entre ellos. En ocasiones, el conflicto existía antes del divorcio, y en otros casos, surge después o incluso en ambos momentos. El objetivo es garantizar una situación familiar más saludable para los menores.
Otro aspecto fundamental es fortalecer el contacto entre los hijos y el padre o madre no custodio. Uno de los mayores desafíos radica en la distancia que puede existir, tanto en tiempo como en presencia, entre los hijos y sus padres. Se trabaja para que esta distancia sea lo más adecuada posible y no cause problemas.
Por último, es esencial apoyar la estabilidad familiar después del divorcio. A menudo, el sistema familiar se ve sacudido por desequilibrios económicos, distanciamientos en las relaciones con la familia extendida (abuelos, tíos, primos) o la aparición de nuevas parejas.
La importancia de la coparentalidad positiva
Cualquier persona puede experimentar un divorcio de manera positiva, pero esto requiere asumir la responsabilidad personal y evitar la hostilidad. Se logra al centrarse en el bienestar de la pareja y la familia, colaborando para mejorar el sistema. El divorcio o la separación pueden generar inseguridad, pero podemos superarla si hacemos nuestra parte.
En nuestro gabinete de psicología, estamos desarrollando un taller para ayudar a padres y madres a enfrentar las situaciones que pueden estar afectando a su sistema familiar después de un divorcio.
Es importante comprender que el divorcio no es algo sencillo, pero es admirable reconocer que algo ha llegado a su fin y que lo mejor es seguir adelante. De esta valentía surge la oportunidad de mejorar el sistema familiar.