Asesoramiento para la prevención de alergia laboral en industrias de riesgo

Escrito por: Dra. Inmaculada Herrera Mozo
Publicado:
Editado por: Marga Marquès Gener

Actualmente las enfermedades alérgicas laborales representan un problema importante de salud pública, tanto por las consecuencias para la calidad de vida de las personas afectadas, como por la repercusión económica para la sociedad por la pérdida de productividad de los trabajadores enfermos y por los gastos derivados de su asistencia sanitaria.

 

Y el problema principal es que una vez que un trabajador se ha sensibilizado frente a un alérgeno, desarrollará síntomas de la enfermedad alérgica siempre que tenga exposición al agente, incluso a concentraciones muy bajas. Esto obliga a la adaptación o cambio del puesto de trabajo y, en muchas ocasiones, a la incapacitación del trabajador para la actividad laboral que desarrollaba.

 

Uno de los síntomas más frecuentes son los
nasales y oculares, como la rinitis y conjuntivitis

 

¿En qué consiste la incapacidad laboral por alergia?

Cuando un trabajador desarrolla una alergia a algún agente de su puesto de trabajo, tiene que ser apartado de todas aquellas actividades laborales que impliquen exposición al agente y, en ocasiones, por las características de la empresa esto no es posible, siendo necesario que el trabajador abandone dicha empresa.

 

Si esto ocurre como consecuencia de una alergia a agentes del puesto de trabajo (alergia ocupacional o laboral), el trabajador tiene derecho a solicitar una prestación de incapacidad laboral por enfermedad profesional, dado que las alergias ocupacionales tanto por inhalación como por contacto, están reconocidas como enfermedades profesionales por nuestro sistema de Seguridad Social.

 

¿Cuáles son los principales ámbitos en los que existe riesgo de que se desarrolle una alergia laboral?

Una alergia laboral puede aparecer en actividades de todos los sectores económicos, tanto el sector primario (agricultura, ganadería, pesca, minería, trabajadores forestales), como el sector industrial y el sector servicios.

 

Dentro del sector industrial tienen un alto riesgo de alergia laboral la industria alimentaria, farmacéutica, textil, y la industria química (pinturas, desinfectantes, maderas, metalurgia, plástico y caucho, etc.).

 

Sobre la industria alimentaria, ¿qué alérgenos podrían desencadenar alergias laborales en los trabajadores expuestos?

La industria alimentaria tiene una altísima presencia de sustancias con capacidad sensibilizante, dado que se manipulan alérgenos de alto y bajo peso molecular con capacidad para inducir una reacción alérgica en individuos sensibilizados.

 

Cualquier alimento (de origen animal y vegetal), y un gran número de aditivos alimentarios (principalmente colorantes y conservantes), pueden generar una reacción alérgica que puede llegar a comprometer la vida del trabajador de forma muy rápida.

 

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes de la alergia laboral?

Las enfermedades alérgicas laborales pueden estar causadas por la inhalación de sustancias sensibilizantes y por el contacto a través de la piel, y dependiendo del mecanismo que las cause aparecerán síntomas de tipo inmediato o más retardado.

 

Los síntomas más frecuentes son:

  • Nasales y oculares: rinitis y conjuntivitis.
  • Respiratorios: asma.
  • Enfermedades cutáneas: dermatitis y urticaria.

 

En ocasiones, la alergia puede derivar en síntomas graves que pueden comprometer la vida del trabajador de forma rápida (anafilaxia). Se han descrito casos de anafilaxia laboral principalmente en las industrias alimentaria y farmacéutica.

 

¿Cómo evoluciona la enfermedad si no se diagnostica pronto, qué consecuencias puede tener para el trabajador afectado?

Si no se realiza un diagnóstico de la enfermedad en fases iniciales (antes de que empiecen los síntomas o de forma rápida a que se desarrollen), con toda seguridad los síntomas pasarán de leves a severos. En algunos casos de diagnósticos muy tardíos de asma o dermatitis de contacto, los síntomas de la enfermedad se mantendrán a pesar de que cese la actividad laboral, lo que obviamente conllevará un daño añadido a la salud del trabajador y por tanto puede causar sanciones sobre la empresa.

 

¿Qué consecuencias legales puede tener para una empresa el hecho de que alguno de sus trabajadores desarrolle una alergia laboral?

Si no se están tomando medidas específicas para la prevención de alergia laboral en una industria con alta presencia de sustancias con capacidad sensibilizante, se estará incumpliendo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL 31/1995), que en su artículo 22 recoge las características que debe reunir la vigilancia de la salud para que sea eficaz y se realice con las máximas garantías para el trabajador, y una de estas características establece que debe ser específica.

 

Y la vigilancia de la salud específica de los trabajadores es adecuada cuando puede detectar enfermedades en un estadio precoz de enfermedad y los trabajadores que se someten a ella obtienen un beneficio en relación a aquellos que no lo hacen.

 

Si un trabajador desarrolla una alergia laboral en una industria de riesgo que no lleva a cabo una prevención de la salud específica y se le reconoce una incapacidad laboral derivada de dicha alergia, existe el riesgo para la empresa de demandas de recargo de prestaciones y demandas por daños y perjuicios.

 

¿En qué consiste el Protocolo Específico de Prevención de Alergia Laboral? ¿Lo está aplicando alguna industria?

Para poder reducir la incidencia de alergia laboral entre trabajadores expuestos, o al menos tener controlado el riesgo en la medida de posibilidades reales, son necesarias medidas específicas de identificación de factores de riesgo tanto vinculados al puesto de trabajo como vinculados al individuo (factores de riesgo laborales y factores de riesgo individuales), y así poder establecer qué trabajadores presentan un mayor riesgo y hacer un seguimiento más específico y actuaciones preventivas concretas.

 

Además de identificar el riesgo potencial y controlarlo de una forma efectiva, es fundamental la identificación precoz de síntomas sospechosos para establecer un diagnóstico en fases tempranas de enfermedad que evite la progresión a formas graves.

 

Y en esto se basa nuestro protocolo para la prevención de alergia en el ámbito laboral, en englobar todos los aspectos necesarios tanto para la mejora en la protección de la salud del trabajador en el entorno laboral, como para aportar a la empresa una seguridad en cuando al correcto cumplimiento de la ley de Prevención de Riesgos Laborales (Artículo 22 de la Ley 31/1995), y de esta forma eliminar su responsabilidad por infracción de dicha ley en caso de que alguno de sus trabajadores desarrolle una alergia laboral.

 

Actualmente hemos implementado el Protocolo de Prevención de Alergia Laboral en industria alimentaria y gracias a ello hemos identificado trabajadores con riesgo potencial que ha permitido tomar medidas de protección de su salud antes de que se desarrolle la enfermedad alérgica.

 

Finalmente, remarcar que la alergia implica un riesgo vital para el trabajador afectado. Una alergia puede causar una reacción severa de forma muy rápida que evolucione a un shock anafiláctico en el que si no se instauran medidas de emergencia de forma inmediata el resultado final puede ser la muerte por parada cardio-respiratoria.

Por Dra. Inmaculada Herrera Mozo
Alergología

La Dra. Inmaculada Herrera es una reputada especialista en Alergología con casi 20 años de experiencia en la profesión, y una extensa formación en distintos campos de la especialidad. En la actualidad, ejerce como alergóloga especialista en enfermedades laborales y como perito a nivel nacional

Paralelamente a su labor asistencial la Dra Herrera destaca también por su actividad en el ámbito del Peritaje Médico Especializado a nivel nacional, por su actividad docente en colaboración con el Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Barcelona, y por una actividad divulgativa importante, siendo autora y co-autora de numerosos artículos científicos de la especialidad.

La Dra Herrera ha sido directora del Servicio de Alergología de la Clínica Creu Blanca en Barcelona durante 15 años, y actualmente es responsable de la Unidad de Alergología Clione en Granada. La Dra. Herrera Mozo es experta en alergias e intolerancias alimentarias, asma, dermatitis alérgica, rinitis alérgica, pruebas de alergica, prick test, pruebas cutáneas y peritaje médico

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